Noemí Herrera y Recobre Orfebrería: Memoria viva y manos creadoras de Rauco

La rauquina Noemí Herrera Verdugo nació en los cerros de Tilicura, un territorio que marcaría profundamente su identidad. Vivió allí hasta los seis años, cuando junto a su familia se trasladó al centro de Rauco. Sin embargo, su conexión con Tilicura nunca se rompió. Desde pequeña, estuvo inmersa en los saberes del campo: su abuela, Idilia Verdugo, criaba animales, hilaba, tejía y cultivaba la tierra. La vecina María era alfarera, y en muchas ocasiones la vió trabajar y vender sus creaciones. Su abuela les sacaba greda de una veta cercana y a través del juego le permitió crear.

Durante su infancia, observó también a un primo arriero que trabajaba el cuero; lazos, monturas, trenzados, absorbiendo de su entorno los saberes tradicionales con los que luego formaría su oficio. Estudió en la escuela de Rauco, donde participó activamente en el club de tenis de mesa, compitiendo en torneos a nivel comunal y regional. Fue también una participante constante en la Semana Rauquina, mostrando desde temprano su espíritu comunitario.

En la enseñanza media, sus estudios la alejaron temporalmente de las actividades sociales de la comuna. Posteriormente, se traslada a Concepción para estudiar Trabajo Social en la Universidad del mismo nombre. Allí, en busca de un ingreso extra, comenzó a realizar piezas de macramé. Concepción, ciudad de gran vida artesanal, le ofreció un entorno fértil para su desarrollo: fue en una feria donde conoció a Cristian, su actual pareja, también artesano. Juntos formaron un taller de artesanía en orfebrería, y gracias a sus conocimientos en gestión, Noemí logró adjudicarse fondos de SERCOTEC, con los cuales pudieron adquirir maquinaria y herramientas para profesionalizar su trabajo.

Durante su etapa universitaria, Noemí comenzó a impartir clases de orfebrería en instancias extraprogramáticas, en conjunto con Cristian, quien además realizaba talleres en centros penitenciarios. Ambos participaron activamente en ferias artesanales, lo que les permitió difundir su trabajo y establecer redes con otros creadores. Con el tiempo, arrendaron un taller en pleno centro de Concepción, espacio que se convirtió en un punto de encuentro para la formación y creación, permitiéndoles ampliar su labor educativa mediante la realización de diversos talleres. En paralelo, se integraron al Centro Cultural Plaza Perú, donde Noemí asumió la presidencia durante tres años, consolidando su compromiso con la gestión cultural y el trabajo colectivo en torno al arte y la artesanía.

En 2016, Noemí regresa a Rauco junto a Cristian y su hijo, retomando la venta en espacios públicos y, paralelamente, integrándose a diversas agrupaciones sociales y culturales para seguir visibilizando el valor del trabajo artesanal en una comuna.

Así nace su participación en la agrupación Mujer Arte y Cultura, que ha impulsado espacios de expresión principalmente para mujeres, a través del bordado, con exposiciones en las conmemoraciones del 8 de marzo durante tres años consecutivos. También desarrollaron el proyecto “Memorias de la Alfarería” y colaboraron con otras agrupaciones locales.

En 2023, Recobre Orfebrería postulara al Fondart Nacional de Creación Artística, adjudicándose el proyecto para desarrollar una línea de piezas de orfebrería con identidad territorial. Estas piezas, hechas completamente a mano, incorporan materias primas locales como greda, pita, cuero y madera, buscando reflejar la naturaleza, las memorias y la esencia del territorio de Rauco. Además, comenzaron a integrar en su proceso a otros artesanos y artesanas, promoviendo el trabajo colaborativo y el reconocimiento mutuo.
Una de sus preocupaciones ha sido acercar a los creadores al Registro Nacional de Artesanía y a procesos de certificación que validen su oficio. En el momento hay cinco artesanos de Rauco inscritos en este registro. Así nace también la cuenta de Instagram @artesaniasderauco, una vitrina digital que conecta a la comunidad con los artesanos locales.

“La Fiesta de los Patrimonios en tu Escuela” es una actividad que nace de la gestión de Artesanías de Rauco, y que, junto a Mujer Arte y Cultura y la Escuela Campesina, lograron realizar una muestra de artesanía en la escuela El Plumero, acercando a los estudiantes a los procesos creativos tradicionales. Además, fueron visitados por el proyecto Ruta de las Artesanías Tradicionales del Maule, liderado por la periodista Francisca Sepúlveda, y “Artesanías de Rauco” será parte del catálogo de esta iniciativa.
El trabajo de Noemí y de Recobre ha sido clave no solo en la difusión de su propio oficio, sino también en el fortalecimiento de una red de creadores locales. Su historia encarna cómo la artesanía puede ser un vehículo de memoria, identidad y comunidad. Más allá de producir sus propias piezas, Noemí ha orientado su labor hacia la colaboración y el acompañamiento de otros artesanos, impulsando procesos colectivos y reivindicando la artesanía como una manifestación cultural profundamente significativa y digna de reconocimiento.

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